jueves, 26 de julio de 2012

De el blog de Carne cruda Radio 3

Mamandurrias

Basta de mamandurrias. Se tienen que terminar las subvenciones, los subsidios y las mamandurrias, dijo el lunes la cultísima Esperanza Aguirre, lectora de Sara Mago, que nos descubrió un palabra que muchos desconocíamos: mamandurria, dícese del sueldo que se disfruta sin merecerlo, ganga indefinida. Gracias por descubrirnos una palabra para definir el dinero que les pagamos a muchas autoridades sin tener que llamarlo sueldo, que no es un término preciso. Estoy totalmente de acuerdo con la presidenta de Madrid. Basta de mamandurrias.

Basta de regalarle a las grandes fortunas madrileñas 630 millones al año al no cobrarles el impuesto de Patrimonio, que tienen que pagar en todo el resto del Estado, menos en Baleares (como cuenta Ignacio Escolar en su blog, donde puedes encontrar parte de esta información).
Basta de regalarle 90 millones de euros en exenciones fiscales a la enseñanza privada mientras le recorta 80 a la pública. Basta de regalarle a Aguirre 111 millones para que promocione su gestión a través de campañas publicitarias. Basta de darle 130 millones más que el año pasado a la sanidad privada de su comunidad mientras recorta casi 40 millones de la sanidad pública, les baja el sueldo a médicos y enfermeros y les aumenta la jornada laboral. Basta de darles contratos a empresarios que financiaron irregularmente sus primeras elecciones, como Díaz Ferrán o Arturo Fernández.
Basta de regalarles contratos y dinero a los de la trama Gürtel en la que el Gobierno y el partido regional que preside tiene el mayor número de imputados del proceso judicial. Basta de pagarle mamandurrias a su hijo como asesor del ministerio de economía donde sobran asesores y faltan soluciones. Basta de pagarles pensiones millonarias a los directivos de Caja Madrid y Bankia en cuyo nombramiento ella influyó y cuya gestión ha provocado el hundimiento del sistema financiero español y el de toda la ciudadanía.

Basta de pagarle a su compañera de partido Andrea Frabra, alias Andreíta Que se jodan, más de 1.800 euros mensuales de dietas de alojamiento, libres de impuestos, aunque tiene piso en Madrid. Basta de pagárselo a otros 61 diputados que tienen casa en propiedad en la capital y que nos roban por este concepto un capital de 1 millón 300 mil euros al año, entre ellos el presidente y ocho ministros, 34 diputados del PP, 25 del PSOE, uno de Convergencia y otro de Coalición Canaria. Basta de pagarles esa dieta 14 veces al año mientras ellos le quitan la paga de Navidad al resto de empleados públicos.

Y basta de querer indemnizar al ex presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, con 200 mil euros, como está a punto de ratificar el Consejo que presidía y del que tuvo que dimitir por sus escándalos monetarios. Que nos indemnicen a nosotros, que nos indemnicen por Dívar que además cobra su pensión de jubilación, por Gürtel, por Andrea, por los diputados que cobran dietas que no merecen, por los consejeros de la banca de casi todos los partidos, por Rato y por todos sus compañeros.
Esos sí que son “mamandurrios” y mangantes. Eso sí que son mamandurrias que nos salen carísimas. Y no sólo económica, también humanamente

2 comentarios:

  1. Amén. Curiosa palabra la mamandurria, sin quererlo Aguirre ha conseguido definir a la clase política con ella.

    Un saludo desde Sevilla.

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  2. Ellos van sobrados, saben muy bien lo que están haciendo, y cómo vemos son capaces de definirse con palabras novedosas. Desde luego que eso es lo que nos sobra mamandurrios y estafadores.
    Un saludo desde la tierra del plateado boquerón.

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Desembrollando madejas. Lucha conmigo.

  Ya empezamos otra vez a intentar desentrañar la cuestión esencial, recobrando una maldita disposición a encontrar algún sentido inapelable...