Ni todo se expía en la vida
ni hay justicia divina
ni se adivina balanza ninguna.
Todo en la vida no se paga:
criminales, estafadores, capitalistas,
siguen agitando la coctelera,
donde dentro todos vamos.
Nuestras vidas son alfileres,
imperceptibles en peso y estatura,
entre sus perfumadas manos
de águilas, hambrientas de poder.
Y a la cultura y al arte,
teniendo un empuje ilimitado,
quiere vencer;
las mansiones y los aviones,
al ensimismado materialismo,
que no cede a la ensoñación...
y el arte quiere despertarlo:
ser su pesadilla
ser su pescadilla.
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