jueves, 3 de mayo de 2012

solventando enemigos......

Mira, que en situaciones complejas en que parece que todo conspira contra uno mismo, uno se piensa víctima de las circunstancias que nos han impedido dar lo mejor ante determinados obstáculos. Más allá del bien y del mal, (importante libro para mi forma de entender el mundo), los sucesos a los que nos vemos impelidos representan, tienen un significado que nos pretenda enseñar a valorar lo verdaderamente importante en la vida. Casi siempre son lecciones dirigidas hacia la humildad, y la conservación de los principios básicos que de la propia naturaleza emanan. No somos nada, mientras nos creemos eternamente el ombligo del mundo hasta que las desgracias y tragedias nos recuerdan que no estamos exentos de una muerte concreta y personalizada.

Esta creencia budista en que el azar deja de tener un carácter arbitrario, ya que se entiende la vivencia como una atracción, como una relación directa entre lo que se nos da por vivir y nosotros mismos, tiene su origen en mi más temprana adolescencia cuando el gran libro de sidharta escrito por Herman Hesse, describia la historia de un superhombre que se autoconcedia el poder de desprenderse no sólo de los bienes materiales sino de todo lo aprendido, para poder liberar un original, libre y definido yo, con la intención de comprender la pureza y sublimidad de la vida que se nos ha regalado.

Es fácil, tienen los argumentos que refieren la dureza de las circunstanscias, una posibilidad de excusa para concedernos un poco de cancha para culpabilizar de nuestras frustraciones a las condiciones sociopolíticas del momento. Es cierto que todos somos hijos del medio y de la actualidad que da pie a  la expresión, sin embargo no deberíamos renunciar a lo que nos induce, a lo que nos da la vitalidad y fuerza para encarar con coraje, el extraño y portentoso destino. No deberíamos perder, no deberíamos desaprovechar un solo instante para conciliarnos y rebelarnos, con lo que nos rodea. Es ese tira y afloja necesitado para hallar el equilibrio entre las heterógeneas y envolventes energías

Descubrir que dentro de mi sobrevive un enemigo subversivo y silencioso, es a mi entender una necesidad, para desentumecer esa tendencia a pensar, que no fui lo que fui, a causa de nada sino de mi mismo.Cuántas veces me he puesto la zancadilla, he puesto trampas que me han impedido llegar a construír ni un sólo párrafo, en mi prejuiciosa y carcelaria opinión de mi mismo. En mi intención por sublimar y despegar los pies de la tierra, y no dejarme errar y vagar por el mundo de las letras sin otra intención que la del goce, sin esos juzgados que anteceden cualquier frase que quiera escapar de mi.

Hoy he conseguido liberarme de ese individuo que se detiene y paraliza en la queja constante, he conseguido bajarme del autobus que recorre las mismas paradas, he detenido esa inercia que se entrega a la desesperanza, y que pretenciosamente, me mira de forma crítica y severa. La historia nos enseña que quien se entrega y doblega a sí mismo puede con las fuerzas contrarias por muy superiores que parezcan. Sin duda, soy mi más pérfido enemigo, pero espero solventar esta inexcusable batalla a mi favor, para poder así resarcirme y besar la gran insignificancia de la vida.

No me voy a preocupar, sino a ocuparme de ello, romperé ese hielo que no es hielo sino costra.



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