lunes, 9 de julio de 2012

Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar.

Cuando uno está tranquilo, reposado, tiene un trabajo con el que mejor o peor va comiendo y pagando la porción necesaria para seguir inmerso, en el devenir de nuestra "avanzada sociedad"; uno no piensa que las circunstancias en un momento dado pueden tornarse peores. Nunca, mientras de alguna manera mantenemos nuestro "estatus social" nos podemos hacer una idea coherente con lo que eso nos puede traer a nuestras vidas hasta que nos toca. Somos así. El ser humano, no se pone en la piel de los otros hasta que por cabeza propia comenzamos a experimentar ese sufrimiento que ya en otros se está dando. Esto nos ocurre con la misma muerte, algo de lo que no podremos zafarnos y que sin embargo nos parece lejana e imposible hasta que nos toca. Como decía Jodorowsky en uno de esos twiter: la muerte nunca está lejana.

Sí, el desempleo podría llamarse terror de estado, amén de que ya la constitución ya nadie la nombra, porque sabe que todo el mundo se ríe de ella. La constitución en la actualidad, sólo es un bufón de palacio que recuerda unos derechos idílicos y románticos, que en momento dado de la historia hasta se pudieron definir y aceptar. Igual que los mineros, a los que tildan de violentos, estiman que la violencia está en el estado que quiere quitarle su medio de vida para subsistir, igual que los bosques que por falta de una buena gestión y de una inversión por refrzar la defensa de nuestros espacios naturales, arden con excesiva velocidad para gozo de especuladores y constructores, que ven ellos una posibilidad de hacer negocios en lugares donde los "malditos árboles" y los "despreciables animalitos" que moran sólo son un impedimento para acrecentar sus fortunas.

Que los recortes de este estupendo gobierno, como el del anterior, vayan sesgando el poder adquisitivo de la mayoritaria clase media y no se atreva a tocar ni un pelo de las grandes fortunas, es evidentemente concordante con el resto de políticas. Que cuando se hable de rescates, no se mencione ni por asomo, el de las familias ni de los millones de parados entre los que estoy yo, es lo coherente con unos gobiernos que acatan las reglas de los mercados, y donde la economía está por encima de las necesidades humanas. Todo esto está claro refleja, la clara crisis de valores, que por la fuerza nos va a hacer cambiar, para otear el horizonte con una perspectiva nueva.

Ya dijo que Nietzche que lo que no mata nos hace más fuerte, y es probable que seamos más pobres, pero a la vez que hayamos aprendido que los sístemas capitalistas basados en el consumo permanente nos llevaran a un callejón sin salida. Algún economista dijo que el capitalismo moriría de éxito, y sin duda después de haber alcanzado lo máximo ya no tiene ningún sitio por donde crecer.

Hace ya algunas semanas me quedé escuchando varias interpelaciones urgentes, que le hacían diferentes grupos de la oposición. Es que después de todo mi vena sado masoquista, me hace ponerme enfrente de los parlamentarios, a pesar de que la confianza en ellos está perdida. Sin embargo que palabrería, que piquito de oro que tienen algunos para marear la perdiz y  no decir abslutamente nada. En esta ocasión una de las interpelaciones correspondía al grupo amaiur (disculpen que cite a este grupo, por la relación que pueda tener la banda terrorista), pero es que su portavoz fue el único que habló en nombre del pueblo llano y de sus principal problema, que no es otro que el desempleo.

En su interpelación, expresaba la necesidad de hacer un esfuerzo solidario, de repartir el trabajo entre todas las personas que actualmente no lo tenían, y que incluso habían agotado cualquier subsidio o prestación por parte del estado, con lo que la ruína y la precariedad, se ceban en esas familias por la falta de recursos. De ahí los continuos desahucios y los aumentos en los requerimientos de ayudas sociales. Hablaba asimismo, de la conciliación  con ello de la vida laboral y familiar, enfermedad que ns toca a todos, por este desarrollo veloz y estresante que tenemos encima a causa del trabajo; las jornadas laborales completas, aquellos que son obligados a realizar más horas, en fin todos sabemos lo difícil que es tener un equilibrio entre el trabajo y la vida. Este reparto solidario, sería muy beneficioso a mi modesto entender, para tener una existencia más rica en vivencias inmateriales, en compartir el delicioso tiempo en nuestro equilibrio y bienestar interno. Además que diversos estudios psicológicos, demuestran que las actividades que realizamos sin ningún interés posterior, son las que nos ofrecen mayor grado de satisfacción personal y realización. Por eso esta crisis no es sólo económica sino de valores.

No quiero recordar lo que la ministra contestaba a la tan coherente propuesta del parlamentario, sin duda lo único interesante y responsable que se dijo en todo lo que duró aquella comparecencia de gobierno y partidos de oposición. Eso sí diré una cosa que dijo, esta ministra de trabajo, a la que sinceramente da asco mirarla, y más repulsa si cabe, escuchar sus ideas:
No vamos a compartir lo que hay, lo que vamos a hacer es crear más riqueza............
¡Ya se ve!¡Más paro, más prestamos, más pobreza, más recortes, menos derechos, la prima de riesgo disparada, los medios internacionales poniendo en tela de juicio sus gestión, y todo absolutamente todo va a peor! Ya me dirá dónde están los resultados de su gestión.

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