domingo, 5 de agosto de 2012

La carcel del pensamiento

Cuando a Benjamín Flores le entró el gusanillo de la escritura, no era con mucho, el mejor momento para decidirse a ello. Más que nada porque recientemente había perdido el empleo, más que nada porque no había manera de encontrarlo, más que nada porque había sido padre con el desgaste psicológico y económico que supone, más que nada porque todas las opciones eran contrarias.... Y nada parecía soplar a favor de lo que había decidido." Me gustan los retos..." recordó aquellas palabras que Pierre, un comerciante de productos exóticos escogidos en todas las latitudes pensables, se decía a sí mismo para hacer frente a las ventas en decadencia de los últimos años. También recordaba aquella conversación de dos jovenes anónimos en la penumbra del interior de un autobús viajando a media tarde, con destino Granada. Recordaba la conversación desde hace años, sino sus palabras exactas sí la reflexión última hecha por uno de los pasajeros. "No concebía pudrirse en un trabajo por el simple temor a perderlo, no concebía malgastar el tiempo en un lugar donde a la larga lo único que obtendría como recompensa era una pensión media para poder aguardar la vejez con cierto aplomo". Claro que es esa una afirmación que pertenecía a tiempos mejores, donde la posibilidad de mudar de empleo era concebible, ahora perder el empleo podía significar que  la búsqueda de uno nuevo pudiera alargarse por años. Aquellas palabras eran un manifiesto oportuno de la mediocridad del resto de las personas  a las que una cantidad de dinerosubyugaba lo suficiente como para invertir la pura existencia

2 comentarios:

  1. Hola, Luis, descubro, no sin sorpresa, que eres seguidor de mi blog... y más me sorprende aún que nos separen tantos km, cuando los pensamientos son tan afines. Digo, la magia de este ser, es tan maravillosa, que nos permite sentirnos cerca del otro, aun sin conocerlo. Gracias por lo que escribes. Y me gustaria mucho, saber algo mas... de este equilibrista, que esta muy lejos de ser inmaduro... Un beso.

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    1. Hola Alba, espero me disculpes por no haber respondido antes. La verdad es que es increíble poder compartir esta experiencia aunque nos spearen muchos kms de distancia. A veces lo más lejano es lo más cercano y viceversa. Paradojas de las distancias.
      En cuanto a la madurez... reconozco que el inicio del blog fue hace unos años atrás, sin embargo ahora también pienso que puede ser interpretado como que la madurez es un ideal, al que nunca llegamos porque siempre estamos en constante búsqueda del conocimiento, al que no llegmaremos a aprehender. Gracias por tu visita y por tu impronta. Un beso desde el otro lado del charco.

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Desembrollando madejas. Lucha conmigo.

  Ya empezamos otra vez a intentar desentrañar la cuestión esencial, recobrando una maldita disposición a encontrar algún sentido inapelable...