martes, 20 de diciembre de 2011

Los inmigrantes y su gran culpa

Hay argumentos que se van contagiando de boca en boca y uno suele descubrir, que la boca de muchas personas es a la vez la boca de uno sólo. Uno de los topicazos es el de que las personas que provienen más allá de las fronteras, tienen gran parte de la culpa, esto de encontrar algún culpable para todo es my tipical spanish; no es posible no tener alguna cabeza de turco para poder señalar y enfocar en ella todo las frustraciones contenidas. igualmente lo es  de sociedades cristianas, en las que su religiosidad nos encuentra culpables de una o de otra manera.

 Es una verdadera pena que la gente, que habla de estos asuntos no tengan una opinión formada y propia,  claroque ni siquiera se han tomado un minuto para pensar en el tema, usan el argumento que les conviene y que convierte los flujos migratorios en algo negativo, asociándolos a la delincuencia en muchos casos.¡Qué risa me dan! y ¡Cómo me cabrean! No hace falta más que mirar todos los ladrones que hay en el gobierno, para darse cuenta que las riquezas del país se las llevan ellos, que son de una raza execrable, que se llevan cantidades ingentes de dinero son sólo mover un dedo, mientras los ciudadanos trabajadores se quedan en la calle sin el más mínimo amparo......

Hace falta ser mediocre para pensar de esa manera, hace falta ser ruín, para arremeter contra nuestros congéneres porque vengan de otro lugar y no entender que siempre habrá españoles, los hubo y los habrá en cualquier parte del mundo, como por mucho que lo ímpidan  España será Tierra de todos, debe serlo para enriquecimiento propio



2 comentarios:

  1. Qué poca memoria tenemos los españoles... Y por otra parte ¿qué culpa tienen ellos de haber nacido en un lugar distinto... y si hubiésemos sido nosotros los allí nacidos...?

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  2. De eso se trata Raquel....de ponerse en la piel de los demás, por encima de las barreras sociopolíticas impuestas por los estados, existen las necesidades humanas y las realidades tan cruentas que en otras latitudes se viven

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Desembrollando madejas. Lucha conmigo.

  Ya empezamos otra vez a intentar desentrañar la cuestión esencial, recobrando una maldita disposición a encontrar algún sentido inapelable...